jueves, 22 de marzo de 2012

Verificación de datos - Pedido del Colegio de Traductores de Santa Fe 1º Circ.

 A todos nuestros matriculados:

Con el objetivo de optimizar nuestra base de datos, estamos migrando las direcciones de correo electrónico a un sistema mejorado. Por ese motivo rogamos a todos nuestros matriculados que verifiquen si están recibiendo los correos del colegio con normalidad (coletradusafe@gmail.com).
Asimismo, les recordamos que la cuenta de "ciudad" se ha dado de baja hace tiempo, lo cual fue oportunamente informado. Sin embargo, volvemos a solicitarles que eliminen ese contacto de sus listas.

Por último, reiteramos que cualquier cambio en su información de contacto deberá ser notificado en tiempo y forma a la Secretaría del colegio para evitar posibles incomunicaciones.
 
 Fuente: ctpsf.blogspot.com

sábado, 17 de marzo de 2012

"Viajero pendular"

La Comisión Europea propone como traducción de la palabra "commuter" la frase "viajero pendular". Se preguntarán por qué "pendular". Pues bien, se eligió este adjetivo para denotar el ir y venir de los viajeros. ¿Ustedes qué piensan? ¿Piensan que es acertada esta elección? ¿Tienen otra idea?

Fuente: Alberto Rivas - Comisión Europea (Publicado en el boletín "puntoycoma").

viernes, 16 de marzo de 2012

Llega la Ortografía básica, más breve y manejable pero con las mismas reglas

Agencia Efe
Viernes, 16 de marzo del 2012

a Real Academia Española lanza el 20 de marzo la Ortografía básica de la lengua española, más breve y manejable que la versión mayor y con redacción más sencilla, pero con las mismas normas, algunas tan polémicas como la supresión de la tilde en guion o la recomendación de llamar «ye» a la «i griega».
«La Ortografía básica va muy al grano, es fácil de consultar y de transportar», afirma en una entrevista con Efe el académico Salvador Gutiérrez, coordinador de la versión amplia que se publicó en diciembre del 2010, y de la nueva que aparece ahora, llamada a ser «la 'Ortografía' de todo el mundo que habla y escribe español»
El contenido normativo «es el mismo» que en la amplia, una obra panhispánica fruto de la colaboración entre las 22 Academias de la Lengua Española.
Publicada por Espasa, que en los próximos meses la distribuirá en los países hispanoamericanos, la Ortografía básica cuesta 18,15 dólares y tiene 228 páginas, frente a las 745 de su «hermana mayor». Contiene varios apéndices y un índice de materias que no figuraba en la versión de 2010.
«Es un libro de bolsillo, muy fácil de manejar y muy fácil de leer porque se han eliminado los razonamientos teóricos y las explicaciones enciclopédicas». Es una ortografía «muy cercana al usuario», asegura Gutiérrez, académico de la Lengua española y gran experto en estas materias.
«Tocar la ortografía es como tocar el alma», le decía a Efe el anterior director de la Real Academia Española y actual director del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha, cuando se aprobó la versión amplia y se produjo un revuelo enorme por algunos de los cambios que se proponían. Los mismos que ahora se incluyen en la básica.
Polémica causó —y sigue causando— la recomendación de suprimir la tilde del adverbio solo y de los pronombres demostrativos, incluso en casos de posible ambigüedad («voy solo al cine» o «llega esta tarde»).
Con la nueva Ortografía es obligatorio no poner tilde en monosílabos con diptongo ortográfico del tipo de guion, truhan, Sion, aunque algunos hablantes pronuncien esas palabras con hiato.
Revuelo inmenso produjo también la pretensión de las Academias de unificar las distintas denominaciones que reciben en cada país las letras del alfabeto.
Al final la sangre no llegó al río y se recomienda decir be, uve, uve doble y ye, pero se deja libertad para llamarlas, allí donde sea costumbre, be larga o be grande; ve corta o ve baja; ve doble, doble ve o doble uve, e i griega. A la i también es correcto llamarla i latina.
La ch y la ll dejan definitivamente de ser letras del alfabeto y se quedan en dígrafos, algo que no causó polémica porque en la edición del 2001 del Diccionario ya no figuraban como letras independientes.
El prefijo ex- debe escribirse unido a la base léxica si afecta a una sola palabra: exmarido, exministro, expresidente, pero se dirá ex capitán general.
La Ortografía establece que la escritura con q de algunas palabras (Iraq, Qatar, quásar, quórum) representa «una incongruencia con las reglas». Para evitarla han decidido escribirlas con c o con k, según los casos: Irak, Catar, cuásar cuórum.
Esta obra de referencia no se olvida de las nuevas tecnologías y se muestra consciente de que «la rapidez y la economía suelen ser factores determinantes» en los correos electrónicos, foros, chats, y mensajes de móvil.
Por eso, se considera admisible que se prescinda de las mayúsculas en los mensajes de móvil y en los chats, pero no en las comunicaciones electrónicas, en las que se deben «aplicar con rigor las normas ortográficas».
Los hispanohablantes se han tenido que olvidar también de escribir con mayúscula inicial los sustantivos que designan títulos nobiliarios, dignidades y cargos (ya sean civiles, militares, religiosos, públicos o privados), y deberán poner majestad, rey, reina o el papa.
En cuanto a Dios, depende. Se escribirá con mayúscula cuando se aluda al ser supremo de una religión monoteísta («Dios envió a su hijo para salvarnos»), pero con minúscula cuando se refiera al ser supremo de modo genérico o a divinidades de religiones politeístas («Jehová es el nombre hebreo del dios de judíos y cristianos»).
Y se escribirá «Se cree Dios», pero «se cree un dios».

Fuente: Fundéu

Enlace: http://www.fundeu.es/noticias-articulos-llega-la-ortografia-basica-mas-breve-y-manejable-pero-con-las-mismas-reglas-6944.html

martes, 13 de marzo de 2012

Recursos web para escribir bien en español por Soraya Paniagua

Les propongo un viaje digital, una ruta de conocimiento por una selección de sitios web donde adquirir habilidades relacionadas con el lenguaje, la ortografía o la gramática. Habilidades relacionadas con el arte de escribir.

Charles Duncombe es un empresario británico, consejero delegado de Justsaypleas, un conjunto de sitios de venta por internet (viajes, finanzas, móviles, etc.). Hace unos meses declaró categóricamente que «Un sitio web con faltas de ortografía puede reducir las ventas hasta en un 50 %». Y aún fue más allá al afirmar que el gran problema para las empresas en línea no es la tecnología, sino la búsqueda de personal que sepa escribir correctamente.
Pues sí, seguro que ya lo han entendido, se habrán dado cuenta de que el 99 % de lo que se comunica por internet se hace mediante la palabra escrita. ¡Tecnología de vanguardia basada en habilidades de toda la vida!
Escribir bien no es difícil, al contrario, pero claro, hay que poner voluntad, ganas y un poquito de tiempo. Afortunadamente tenemos la tecnología de vanguardia que nos ayuda, y mucho, a adquirir esas antiguas habilidades. Todo está aquí, en la red.
Les propongo un viaje digital, una ruta de conocimiento por una selección de sitios web donde adquirir habilidades relacionadas con el lenguaje, la ortografía o la gramática. Habilidades relacionadas con el arte de escribir.
Disfruten, este arte lo merece.
  • Cervantes – Literatura: en el área de Literatura del Instituto Cervantes hay una amplia variedad de monográficos sobre grandes figuras de las letras hispánicas: poetas, prosistas y dramaturgos.
  • Cervantes Tv: navegando y navegando se llega al canal de televisión del Cervantes que aloja un excelente material didáctico: unas 147 entrevistas a diferentes escritores.
  • Diccionarios.com: sitio en el que Vox y Larousse ofrecen un servicio básico gratuito.
  • Enciclopedia Libre Universal en Español: @enciclolibre en Twitter. Una enciclopedia libre y gratuita en español en la que todos pueden colaborar. Actualmente almacena 47 689 artículos y 13 395 imágenes.
  • Google Libros: búsqueda, visualización o descarga de libros libres de derechos. Comentarios, recomendaciones, etc.
  • Google Traductor: imprescindible.
  • Gutenberg.org: fue el primer gran proyecto de recopilación de libros electrónicos gratuitos. El fundador, Michael Hart, inventó el libro eBook en 1971. Aunque la interfaz está en inglés hay numerosos libros electrónicos en español.
  • OpenThesaurus-es: diccionario de sinónimos. Otra herramienta imprescindible.
  • Ortografía: una herramienta que ayuda, mediante ejercicios prácticos, a escribir mejor.
  • Pregunte, las bibliotecas responden: ¿conocían la existencia de este sitio? Pues sí, es un servicio de información pública en internet, a través del correo electrónico y la web, gestionado de forma cooperativa entre bibliotecas de las diferentes comunidades autónomas, y coordinado por la Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas del Ministerio de Cultura. Funciona 24 horas al día, 365 días al año y se comprometen a contestar en un plazo máximo de tres días. Las preguntas pueden tratar sobre cualquier tema concreto. En la web hay una sección de recursos, un estupendo repositorio de enlaces a sitios especializados con contenidos educativos.
  • RAE: diccionarios y consultas lingüísticas. Sitio de la Real Academia Española de la Lengua.
  • Thefreedictionary: una genial herramienta que, personalmente, utilizo con mucha frecuencia. Diccionarios en trece idiomas.
  • Wikilibros: una colección de libros de texto, manuales y otros textos pedagógicos de contenido libre, que se escriben y editan colaborativamente al igual que Wikipedia. Más de 184 libros en español.
  • Wikipedia: la primera parada de toda búsqueda de conocimiento. El mayor proyecto colaborativo de la historia. Es la enciclopedia de contenido libre que todo el mundo puede editar. Actualmente dispone de 861 931 artículos en español. Proyecto de la fundación Wikimedia.
  • Wikiquote: colección de citas. Otro proyecto de Wikimedia.
  • Wikisource: libros libres de derechos. Un proyecto de Wikimedia, hermano de Wikipedia, cuya intención es crear un compendio libre de textos de fuentes primarias (autores) en cualquier idioma, así como de traducciones de textos.
  • Wiktionary: el diccionario que todos pueden editar. Con más de 64 014 entradas. De Wikimedia.
  • Wordreference: uno de los diccionarios de idiomas más usado de la Red (entre los 500 «sitios» más visitados en el mundo). Fue creado por el norteamericano Michael Kellogg en 1999.
Fuente: Fundéu.
Enlace: http://www.manualdeestilo.com/herramienta/recursos-web-para-escribir-bien-en-espanol/

 

Anglicismos ortotipográficos en la traducción de José Martínez de Sousa

Para ver o descargar el archivo en PDF: http://www.tremedica.org/panacea/IndiceGeneral/n11-editorialsousa.pdf

Fuente: Tremédica.

lunes, 12 de marzo de 2012

Y, ¿QUÉ APORTARÍA MARÍA MOLINER AL DEBATE SOBRE EL SEXISMO?

La lexicógrafa María Moliner
www.elpais.com
El informe de Ignacio del Bosque y otros académicos de la RAE es clarificador en cuestiones gramaticales. Ese es su papel. Pero no ofrece soluciones al doble hecho de que el Diccionario de la RAE siga dando cobijo a acepciones  y ejemplos sobre la mujer anclados en el prejuicio y el anacronismo y que pervivan por tanto en el lenguaje (no solo coloquial sino también culto) vocablos que la discriminan. Vocablos que perviven aún n el lenguaje precisamente por estar avalados por el diccionario oficial. Un lenguaje que como todo organismo vivo cambia, se  transforma y se enriquece con el uso y el paso del tiempo, sin que esta puesta al día se refleje con la misma celeridad en el aspecto normativo.
 Si el informe ha desatado el debate no es tanto por lo que dice como por lo que calla. Y por lo que sugiere y hace evocar.
Obvia el infomre el tradicional papel de la RAE como institución que ha revisado y definido la lengua desde una visión reduccionista y exclusivamente masculina durante siglos; una visión inevitablemente sesgada y pretendidamente universal que englobaba —y se apropiaba— del pensar de las mismas mujeres que dejaba al margen. No en vano hasta 1978, entrada ya la democracia, la institución no permitió que ingresara en su seno ninguna mujer. Ciertamente, la RAE tiene competencia para decidir lo que es correcto y lo incorrecto. Lo propio de la RAE es la norma, y por tanto, no se puede negar su función pedagógica respecto a los excesos de unas Guías o de un lenguaje políticamente correcto que tal vez hayan pretendido subsanar de golpe desigualdades seculares. Un papel que la RAE tendría que haber asumido en vez de limitarse a criticarlo o incluso a ironizar sobre su polémico empeño o su escaso éxito.
.A estas alturas queda claro que nuestra lengua distingue entre sexo y género, y que desde un punto de vista puramente gramatical no existe problema en utilizar el plural masculino cuando se escribe de hombres y mujeres; como tampoco es un desdoro utilizar modista, futbolista o periodista para denominar indistintamente a hombres y mujeres que ejercen tal dedicación. Pero hay cuestiones de más calado que subyacen en esta corrección gramatical y que sin embargo, no se abordan.
    Para empezar, se hace más hincapié en la normativa que en el papel transformador de la lengua: pero al igual que la vida, la lengua cambia, los códigos se modifican y nada permanece inamovible, por lo que no tiene mucho sentido convertir la gramática en dogma y descartar que el estado de cosas actual pueda evolucionar en otra dirección.  Pero es que, además, es mucho lo que la RAE tiene que hacer aún para reducir el machismo residual de algunas de las voces del diccionario oficial y para equilibrar la presencia de la mujer en las diferentes entradas.
    El lenguaje es sexista, porque la sociedad es sexista, recuerda con acierto Pedro Álvarez de Miranda.  Pero también sucede al revés: la sociedad sigue siendo machista porque el lenguaje continúa siéndolo, porque el sustrato intelectual e ideológico que alimenta el machismo sigue vigente o no se cuestiona de raíz, en el léxico. Puede ser ingenuo corregir el lenguaje sin que cambie la sociedad. Pero esperar a que esto último ocurra siendo conscientes de que el lenguaje es sexista, puede ser también un ejercicio de cinismo. En los diccionarios clásicos y en concreto en el de la RAE, hay un poso ideológico que se ha construido siglo a siglo, definiciones dictadas desde la supremacía masculina en las que la mujer sale malparada o subordinada.
  El modelo del Diccionario de Uso del español (María Moliner)
¿Qué haría María Moliner si pudiera tener voz en este debate? No tiene sentido hablar en su nombre, pero su Diccionario, publicado entre 1966-1967, nos da algunas pistas. Resulta reconfortante comprobar cómo la autora, sin planteamientos feministas de por medio, pero dueña de una claridad mental privilegiada, es capaz de definir de nueva planta definiciones completamente anquilosadas. Así, mientras la RAE utiliza la voz coloquial marisabidilla como una crítica general hacia el sexo femenino, al definirla como 'mujer que presume de sabia', Moliner hila más fino y puntualiza: 'Mujer de poca cultura, pedante o redicha, que habla con presunción'. No lo atribuye a cualquier mujer, sino a algunas. Lo mismo sucede con la definición que hace el DRAE de la voz coloquial hazana: 'faena casera habitual y propia de la mujer', y que Moliner, como recordó Pilar García Mouton el 16 de enero durante un homenaje a la lexicógrafa celebrado en Madrid, redactó así: 'faena. Trabajo casero'. Simplemente eso,  ni propio de la mujer ni del hombre. Trabajo casero, sin más.
     Naturalmente, todo eso en los años sesenta del pasado siglo. De haber entrado Moliner en la RAE en 1972, mucho y bueno habría aportado a la institución. La excusa de que en 1972 se necesitaba más un gramático que un lexicógrafo fue puramente retórica, porque aunque Emilio Alarcos Llorach (el elegido) fuera un buen candidato, Moliner también lo era. Josefina Carabias, en su columna del Ya, vio claro el núcleo del problema en las fechas previas a la votación: cuando la RAE rechaza o acepta a un escritor o a un intelectual, poco se puede decir, porque son muchos los autores de mérito que no llegan a la institución, observó la columnista. Pero cuando se trata de especialistas (lingüistas, lexicógrafos, etcétera) el rechazo es más delicado. Los académicos que decidieron enfrentar a Alarcos y a Moliner en la misma votación (la primera de la historia en la que aceptaban una candidata) tenían claro que no querían que entrara la lexicógrafa. A pesar de que Dámaso Alonso había confesado que él hubiera querido hacer lo que había hecho Moliner: revisar el Diccionario (algo que hubiera tenido que hacer y no había hecho la RAE). Una hazaña individual en una época en la que las mujeres no definían palabras ni podían revisar prácticamente nada. Ni siquiera una persona tan serena y tan poco apegada a los honores como la autora del DUE entendió que no la quisieran en la Corporación tras tantos años dedicados a la investigación filolófica: «Desde luego es una cosa indicada que un filósofo entre en la Academia y yo ya me echo fuera, pero si ese diccionario lo hubiera escrito un hombre, diría: "¡Pero y ese hombre, cómo no está en la Academia!"». Con razón rechazó intentarlo por segunda vez. Pero lo cierto es que quien quiera conocer el español que se hablaba en la segunda mitad del siglo XX tendrá que consultar el Moliner y no necesariamente el DRAE.
       Por destacable que sea la labor emprendida por la Real Academia en los últimos años para equilibrar la presencia de voces referidas a las mujeres en el DRAE y eliminar acepciones obsoletas u ofensivas, queda mucho por hacer. En De mujeres y diccionarios. Evolución de lo femenino en la 22ª edición del DRAE, una publicación del Instituto de la Mujer, tres especialistas (Eulàlia Lledó; Mª Ángeles Calero y Esther Forgas) rastrean las entradas relacionadas con la mujer y analizan las modificaciones, supresiones y nuevas aportaciones introducidas en la edición del DRAE de 2001 respecto a la de 1992.  Las autoras recogen que se han suprimido 174 acepciones referidas a mujeres que en la edición de 2001 han sido sustituidas o bien por personas, por alguien o por un masculino que engloba a hombres o mujeres. Muchos de estos cambios se han producido al definir oficios que en el pasado se atribuía solo a mujeres o a hombres. De modo que mercadera que en la edición de 1992 se definía como 'mujer que tiene tienda de comercio', en la de 2001 pasaba a ser 'persona que trata o comercia con géneros vendibles'. La expresión coloquial andar/estar o ir de pingo, que se definía en 1992 como 'andar una mujer de visitas y paseos en vez de estar dedicada al recogimiento y a las labores de su casa', en 2001 se redefine como 'pasar mucho tiempo fuera de casa para divertirse y sin hacer nada de provecho'. En el caso de pimpollo se ha optado por redactarlo en masculino: 'Niño o joven que se distingue por su belleza, gallardía o donosura', mientras que en la de 1992 se detallaba: 'Niño o niña, y también el joven y la joven que se distingue por su belleza, gallardía y donosura'.
No obstante, la tendencia a englobar en el masculino a hombres y mujeres plantea, pese a su corrección, dificultades obvias en determinadas voces. Por ejemplo, escritorio se define en una de sus acepciones como 'aposento donde tienen su despacho los hombres de negocios; como los banqueros, los notarios, los comerciantes, etcétera', lo que implica un acto de fe e imaginación por parte del lector para incluir a las mujeres entre esos comerciantes y banqueros. Con todo, el principal problema de las últimas modificaciones es su incoherencia: se eliminan voces vejatorias o anacrónicas, pero se introducen palabras y acepciones nuevas referidas a la ropa o a la apariencia física e igualmente sexistas. Y se mantienen viejos tópicos sobre lo femenino (débil, endeble) y lo varonil (esforzado, valeroso, firme). Anacronismos que se perpetúan en expresiones como ser mucha mujer: 'ser admirables por su rectitud de carácter, por la integridad moral o por sus habilidades' o ser mucho hombre: 'ser persona de gran talento e instrucción o de gran habilidad'; al igual que ser toda una mujer: 'tener valor, firmeza y fuerza moral' y ser todo un hombre: 'tener destacadas cualidades varoniles, como el valor, la firmeza y la fuerza'.
Un mundo de palabras que requiere un esfuerzo de precisión y de coherencia.  Más que destacar lo que no sirve, deberían dedicar su empeño a abordar de una vez todo lo que falta.

Fuente: Fundéu

Enlace: http://www.fundeu.es/noticias-articulos-y-que-aportaria-maria-moliner-al-debate-sobre-el-sexismo-6936.html

Fonética de la Academia: un libro y un DVD mejorables...

Por José Antonio Millán


Fonética de la Academia: un libro y un DVD mejorables

12 marzo 2012 11:11
Ya ha aparecido la tercera y última parte de la Nueva gramática de la lengua española de la Real Academia, Fonética y fonología (libro más DVD). La obra, aunque con muchos aspectos estimables, adolece de una serie de defectos que tienen que ver: a) con ciertas peculiaridades de las publicaciones de la institución, b) con mal diseño de la obra multimedia y c) con el desaprovechamiento conjunto de ambas modalidades de edición.

Enlace: http://jamillan.com/librosybitios/2012/03/fonetica-de-la-academia/

viernes, 9 de marzo de 2012

La pasión por la lengua, en EL PAÍS


9 MAR 2012 - 14:43 CET

El poder y el interés por definir la realidad a través del lenguaje, especialmente en lo relativo al tratamiento de la mujer, y en general la pasión que suscitan todas las cuestiones relacionadas con el idioma han quedado escenificados hoy en la sede de EL PAÍS. Pedro Álvarez de Miranda (académico de la Lengua), Inés Alberdi (exdirectora del Fondo de Naciones Unidas para la Mujer), Eva Antón (filóloga y representante de Comisiones Obreras), el escritor mexicano Jorge Volpi, César Antonio Molina (poeta, exministro de Cultura y exdirector del Instituto Cervantes) y el narrador y director de cine Manuel Gutiérrez Aragón (como moderador) han participado en la mesa redonda Pasión por la lengua, organizado por este diario. Un diálogo en el cual los participantes han expresado sus diversas posturas y sus puntos de encuentro derivados del informe que el académico Ignacio Bosque publicó en EL PAÍS el pasado domingo, titulado Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer. En su texto, Bosque analizaba nueve guías de lenguaje no sexista editadas por universidades, comunidades autónomas, sindicatos, ayuntamientos y otras instituciones.
La lengua es lo más democrático que hay, el uso y la sociedad son los que mandan, la RAE no es un policía de la lengua sino su notario y nunca sobran las sugerencias para actualizar el tiempo lento que a veces lleva el idioma: esas fueron tres de las principales conclusiones de la mesa redonda, cuyo desarrollo completo se publicará mañana en las ediciones impresa y online de este diario.
“Aquí entra un tema político y de poder a lo largo dela historia, debido al protagonismo cada vez mayor de la mujer. Todo tiene sus tiempos”, ha dicho César Antonio Molina.
“Reconocer el papel y preocupación del lenguaje no es incompatible con la exigencias del momento”, afirmó Ana Antón, de Comisiones Obreras.
“Me sorprender el aire de superioridad de la Academia en su especialidad, pero ¿dónde está su presencia en otros órdenes?”, ha sido una de las apelaciones lanzadas por Inés Alberdi.
Jorge Volpi, por su parte, ha subrayado: “Tenemos la sensación de que la lengua nos viene dada, como si apenas pudiéramos modificarla. Y no es así. Ninguna lengua es inocente. La lengua española, como muchas otras, tiene un matiz sexista en el mismo centro”.
“La lengua es democrática, es el cuerpo social y manda. El terreno gramatical los hablantes son soberanos”, ha sentenciado Pedro Álvarez de Miranda, académico de la RAE y catedrático de la Autónoma.
Estas son algunas de las frases pronunciadas este mediodía en el transcurso de un debate apasionante, crudo en ocasiones y siempre enriquecedor. En la mesa redonda se ha empezado hablando sobre los motivos que llevan a la gente, en este caso a los hispanohablantes, a sentir con tanta pasión y vehemencia los temas concernientes a la lengua, desde una sugerencia de tilde hasta la visibilidad de la mujer en ella. Luego se ha reconocido la importancia de que la Real Academia de la Lengua abordara el tema y abriera un debate serio, aunque con varios puntos en desacuerdo; luego los participantes se preguntaron sobre la función de la RAE, las guías no sexistas o el dirigismo de instituciones en el sentido de empezar a cambiar la mentalidad de la ciudadanía; después pasaron a reflexionar sobre el uso del idioma y la supuesta necesidad de la economía a la hora expresarse para comunicar de una manera más fluida y mejor; y terminaron sugiriendo un punto de equilibrio entre las personas que reclaman la visibilidad de la mujer en el lenguaje y la RAE dentro de la sensatez.

Fuente: Diario El País

Enlace: http://cultura.elpais.com/cultura/2012/03/09/actualidad/1331300634_088325.html


  

Abjasia, nombre del territorio caucásico

Abjasia, nombre del territorio caucásico

09/03/2012
Preparativos en un colegio electoral de Sukhumi (Abjasia, Georgia) para las elecciones presidenciales (10/12/2009)
Foto: © archivo Efe / Maxim Shipenkov


La forma apropiada de escribir el nombre del territorio del Cáucaso en el que se celebrarán elecciones el próximo 10 de marzo es Abjasia, no Abkhazia, Abjazia ni Abkhasia.
Este nombre a veces se emplea con grafías que no siguen las normas ortográficas del español y por tanto no son apropiadas, como en «Las relaciones diplomáticas son inexistentes desde que Moscú reconociese la independencia de las regiones de Osetia del Sur y Abjazia».
Según aclara el Diccionario panhispánico de dudas, Abjasia es la forma adaptada a la ortografía española y precisa que no debe usarse Abjazia ni la grafía inglesa Abkhazia, por lo que en la noticia anterior lo adecuado hubiera sido «Las relaciones diplomáticas son inexistentes desde que Moscú reconociese la independencia de las regiones de Osetia del Sur y Abjasia».
Finalmente, se recuerda que el gentilicio recomendado es abjasio, pues no se consideran apropiados abjaso, abjazio o abjazo, y que la capital es Sujumi y no Sukhumi.

Fuente: Fundéu

Enlace: http://www.fundeu.es/recomendaciones-A-abjasia-nombre-del-territorio-caucasico-1282.html

lunes, 5 de marzo de 2012

¿La lengua tiene género? ¿Y sexo?

  • Una decena de personalidades de la cultura, la política y la educación entra en el debate sobre el sexismo del idioma español planteado por Ignacio Bosque

Madrid 5 MAR 2012 - 08:36 CET

 ¡Ya era hora! ¡Bienvenido el debate! Esta es la sensación general al informe Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer, presentado ayer por el académico Ignacio Bosque y respaldado por un pleno de la Real Academia de la Lengua. Y tras el aplauso, casi todos hacen observaciones al análisis que estudia nueve guías de lenguaje no sexista editadas por universidades, comunidades autónomas, sindicatos, ayuntamientos y otras instituciones. Si bien es cierto que Bosque deja claro que no hay discusión alguna sobre la necesidad e importancia de reconocer a la mujer su lugar en igualdad de condiciones que el hombre, explica, desde su especialidad de la gramática, los desencuentros y desaciertos entre esa intención y el resultado lingüístico, que en ocasiones caen en lo absurdo o ridículo. Recuerda que parte de ello se puede deber a la confusión entre género y sexo y reclama una mayor atención en la enseñanza de escuelas y colegios, a la vez que aboga por soluciones dentro de la sensatez del uso de la lengua.
Una situación debida, en parte, a dos ondas expansivas claves de los últimos años: la imperiosa necesidad de reconocer los derechos e igualdades a las minorías o grupos marginados y la imposición del llamado lenguaje políticamente correcto, trenzados en el caso de combatir contra la discriminación de la mujer. Sobre este punto, Bosque dice: “Puede existir, en efecto, alguna relación entre el lenguaje que se propugna en estas guías y la tendencia general a usar términos políticamente correctos. Aun así, creo que la relación es solo indirecta, ya que el conjunto de medidas que propugnan las guías de lenguaje no sexista no afecta solo al léxico, sino también a la sintaxis y a la morfología. Tienen, pues, mayor incidencia sobre la estructura del idioma”.
Ante la pregunta sobre qué mensaje podría dar a los profesores, sobre todo de primaria y secundaria, y la población en general, el académico empieza con un ejemplo: “No estoy seguro de en qué medida han calado las propuestas de estas guías entre los profesores de Enseñanza Media, pero algunos amigos me decían hace poco que sus hijas no sabían si debían considerarse excluidas o no cuando en la escuela se hablaba de niños o de alumnos”. Bosque insiste en que el artículo no es más que una llamada a la sensatez. Asegura que en el texto se critica la suposición gratuita de que una serie de pautas del lenguaje común, usadas por todos los hispanohablantes, son sexistas. Pero añade: “No hay ninguna razón para suponer que lo sean, ni para tachar de sexista a la mayor parte de la población hispanohablante por el simple hecho de usarlas”.
Son varias las personas que han dado su opinión sobre el análisis y el tema en general.
ADELAIDA DE LA CALLE
Rectora de la Universidad de Málaga y presidenta de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas
“Es un auténtico trabajo de investigación con todo el sentido. La sociedad española ha funcionado normalmente con un lenguaje muy sexista y hay que cambiarlo, igual que hemos cambiado montones de actuaciones. La mujer debe contar en todo, y eso incluye el lenguaje. Es cierto que la lengua es algo vivo y se va adaptando a las circunstancias en cada momento y características, y que, hasta hace relativamente poco, la mujer no formaba parte de muchos aspectos y era difícil que contase en una estructura lingüística diferente a la que se había ido generando a lo largo del tiempo. Ahora somos conscientes y lo estamos intentando. Hay que poner a la mujer en valor y hacer el esfuerzo de cambiar el lenguaje, aunque no se puede lograr de la noche a la mañana. Debemos trabajar desde los primeros niveles de la enseñanza. También tengo claro que el genérico se debe seguir utilizando porque no se hace con tono discriminatorio”.
AMELIA VALCÁRCEL
Catedrática de Filosofía Moral y Política (UNED)
“La gramática no es la vida”.
CARMEN BRAVO
Secretaria Confederal de la Mujer de CC OO
“Al académico, catedrático y ponente de la Nueva gramática, ante el conocimiento de las numerosas publicaciones para la utilización de un lenguaje no sexista, debiera inquietarle esta realidad e instar a la Academia a promover la utilización de un lenguaje no sexista; no para dar mayor visibilidad a la mujer a través del lenguaje, sino para no ocultar el género social: mujeres y hombres.
Si el uso genérico del masculino para designar a los dos sexos está muy asentado como él dice, lo está, entre otras razones, por el sesgo androcéntrico de las instituciones y de quienes son responsables de la vigilancia del buen uso de la lengua. Por eso, desde Comisiones Obreras promovemos un uso de la lengua más inclusivo desde el punto de vista del género y más igualitario desde la práctica democrática del lenguaje y demandamos que la RAE también lo haga.
En CC OO las guías sobre la utilización de un lenguaje no sexista son elaboradas por personas expertas y formadas académicamente (no precisamente por este autor), con excelentes currículos en lengua española, por lo que nuestra apuesta por un lenguaje inclusivo de género no carece de fundamentos lingüísticos, ni de objetivos sociales como son: democratizar el lenguaje y dar visibilidad social a los géneros femenino y masculino y lograr una sociedad más igualitaria y transparente desde el punto de vista del género lingüístico”.
INMACULADA MONTALBÁN
Presidenta de la Comision de Igualdad del CGPJ
“La profesora sustituta llegó a la clase de música de primaria y animosa exclamó: ‘Ahora vamos a cantar todos los niños’. La hija de mi amiga quedó callada como el resto de sus compañeras. No se dieron por aludidas. Su maestra de todos los días hablaba de niños y niñas.
Es un ejemplo de la importancia del lenguaje en la formación de las personas y en sus actitudes. La utilización de un lenguaje no sexista es algo más que un asunto de corrección política, porque influye poderosamente en el comportamiento y en las percepciones.
Nombrar algo o a alguien es darle presencia, visualizarlo. Mediante el lenguaje se nos llama y se nos ignora y todo ello condicionará la imagen de la realidad que nos construyamos y cómo la transmitiremos. Para existir todo debe tener un nombre. La utilización sexista del lenguaje implica la invisibilidad de las mujeres, tanto de su presencia como de sus logros. Así lo entiende la Ley de Igualdad, cuando fija como criterio general de actuación de los poderes públicos la implantación de un lenguaje no sexista en el ámbito administrativo. Una prescripción respetada por el Consejo General del Poder Judicial que, a propuesta de su Comisión de Igualdad, aprobó unas Normas mínimas para evitar la discriminación de la mujer en su lenguaje administrativo”.
LAURA FREIXAS
Autora de Literatura y mujeres
“1) Me parece excelente que haya debate —nada menos que en la portada de EL PAÍS— porque para solucionar un problema cualquiera (en este caso la invisibilidad lingüística de las mujeres) el primer paso imprescindible es reconocerlo como problema. Es una buena noticia que el debate sobre el sexismo de la lengua se haya colocado en la agenda, como pasó hace unos años con la violencia de género, y, hace un siglo largo, con el sufragio femenino. Vamos bien. Además, me alegro de que por fin se plantee un debate, con argumentos, en lugar de las caricaturas, exabruptos y ocurrencias a los que algunos articulistas (lo pongo en masculino porque son todos varones) nos tienen acostumbrados/as. ¡Ya era hora!
2) Desde sus orígenes en el siglo XVIII, el feminismo creyó que la igualdad entre los sexos se conseguiría mediante la igualdad política, jurídica y educativa. Cuando por fin las hemos conseguido, resulta que aún estamos muy lejos de la igualdad real. ¿Por qué? ¿Qué ha fallado, qué falta? Yo creo que la respuesta está en la cultura. Y la cultura es la ilustración figurativa de lo que el lenguaje expresa a un nivel más abstracto: la jerarquía entre los sexos y el monopolio de la condición humana por parte del varón. El lenguaje tiene parte de culpa de que todo lo femenino sea visto como parcial, marginal, particular... mientras que lo humano se confunde con lo masculino. Para decirlo gráficamente: prefiero decir ser humano en vez de hombre porque puedo decir: ‘Como ser humano moderno, yo...’ y no: ‘Yo, Laura Freixas, en tanto que hombre moderno...’. O porque si digo ‘El hombre medieval moría con frecuencia en el campo de batalla’, nadie se pregunta de qué morían las mujeres. Se supone que hombre abarca a ambos sexos pero, ¿acaso podemos decir: ‘El hombre medieval a menudo moría de parto’?”.
JAVIER GOMA
Filósofo y director de la Fundación Juan March
“Las reglas que regulan el lenguaje son una creación popular, emanaciones del pueblo y de su espíritu como diría Montesquieu, y, por tanto, no hay nada más soberano y democrático que lo que emana del pueblo, y el lenguaje es soberano. Por otra parte, no es nunca neutro en el sentido de que cuando uno utiliza una palabra no solo se refiere a lo que ese término designa, sino a un universo de connotaciones, de tal manera que cuando sea correcto gramatical o sintácticamente también ellas están cargadas de ideología. Son dos observaciones paralelas y no debemos admitirlas por ser solo una cuestión filológica porque lo ideológico le subyace con una visión del mundo. Y si la sociedad entiende que esa visión del mundo que subyace a la filología es incorrecta o degradante o injusta creo que se pueden adoptar algunas medidas para corregirlas. El lenguaje es en sí mismo una costumbre y las correcciones deberían convertirse en costumbre y no en una imposición de nadie”.
PURIFICACIÓN CAUSAPIÉ
Secretaría de Igualdad del PSOE
“Valoramos positivamente que el informe reconozca la desigualdad y la discriminación de la mujer existente en nuestra sociedad; si bien considera que el lenguaje debe hacer visibles a las mujeres, contribuyendo de esta forma a erradicar esa desigualdad. El idioma es algo vivo y cambia para adaptarse a la sociedad y en este sentido el lenguaje debe servir para expresar también la igualdad entre hombres y mujeres. Debemos encontrar un consenso, por supuesto también con los lingüistas y con la Real Academia, para alcanzar este objetivo”.
ENRIQUE VILA-MATAS
Escritor
“Me es imposible verlo de un lado distinto al de la Real Academia. El lenguaje está hecho esencialmente para entenderse. Por tanto, todo lo que se aparte de esto es un despropósito. Y despropósito es creer que siempre hay discriminación en las expresiones nominales construidas en masculino con la intención de abarcar los dos sexos. Y aún mayor despropósito es que, siguiendo las recomendaciones de una guía no sexista, creamos que hay que decir ‘personas sin trabajo’ en lugar de algo que todos comprendemos muy bien: ‘Parados’. A este paso, acabaremos —para variar— no entendiéndonos nada entre nosotros, hablando de Españadanía para no tener que decir Españo o España (demasiado masculino o femenino respectivamente)”.
FRANCISCO FERNÁNDEZ BELTRÁN
Presidente de la Unión de Editoriales Universitarias Españolas
“El informe de la Academia es un estudio equilibrado y una advertencia necesaria sobre ciertos abusos. Resulta evidente que todos los ejemplos expuestos merecen una reflexión desde el punto de vista lingüístico. No hay que olvidar que determinadas prácticas y recomendaciones de las citadas guías se plantean para hacer una llamada de atención sobre una situación de infravaloración de las mujeres, que en determinados ámbitos no han alcanzado la plena igualdad, pero ello no debe poner en riesgo la utilidad del idioma como herramienta de comunicación y relación”.
OUKA LEELE
Fotógrafa y artista
"Creo firmemente en el poder de la palabra. La influencia de la estructura del lenguaje en la cultura es enorme. El uso de las palabras ha de ser consciente y si en cuanto a la visibilidad de la mujer ha de hacerse una revisión del lenguaje, estoy completamente de acuerdo con ello. Es importante que nos demos cuenta de lo que decimos y de lo que nuestras palabras pueden influir sobre todo cuando se trata de la formación de las niñas y los niños que ya en el aprendizaje de su lengua materna reciben todo el peso de su cultura casi sin darse cuenta. E interiorizan una supremacía o minusvalía de su género en el simple hecho de aprender a hablar.
Por otro lado hay palabras como poeta que son muy bonitas y que no necesitan de la palabra poetisa o poeto para definir su género cuando se puede entender por el artículo: la poeta o el poeta. Como no me gustaría periodistisa para el femenino de periodista o periodisto para el masculino. Hay también que cuidar la belleza de una lengua cuando se plantean cambios para la mejoría, la igualdad y la dignidad de todas las personas que practican esa lengua".

Fuente: Diario El País

Enlace: http://cultura.elpais.com/cultura/2012/03/04/actualidad/1330896843_065369.html